viernes, 2 de diciembre de 2016

INCENDIOS




¿Qué diferencia el buen teatro del que no lo es?
Para mi la gran diferencia es que de una buena obra de teatro sales realizandote preguntas porque ha removido en algún recóndito lugar  tu vida.
Ésta experiencia de ver Incendios , ya era emocionante porque iba a ser la primera vez que veía a Nuria Espert en escena aunque, cuando entras a ver la obra no te imaginas la historia que se va a desencadenar alrededor.
Incendios una historia real creada por su autor Wajdi Mouawad y que ha sido llevada a escena múltiples veces y también a la gran pantalla. El talento indudable de éste maravilloso dramaturgo hace que brille el trabajo del director y actores de éste reparto.
Incendios , escrita tras la necesidad imperiosa de su autor de hablar , contar la realidad que como siempre supera a la ficción.
Incendios habla de la historia de una familia o de una " no familia " y de los lazos que a su pesar les unen . Las tragedias que ocurren cuando crecemos lejos del amor , de una madre , de nuestros hijos y a lo que puede llegar el ser humano cuando se siente "dividido".
Y , en éste punto se me viene a la cabeza una pregunta: ¿Por qué el heteropatriarcado quiere seguir fomentando división y guerras?
Surgirian mil respuestas , la primera que me llega sin dudar es que el amor es unión y con o sin él es que tomas las grandes decisiones de tu vida , y éstas normalmente afectan a todos los demás porque crecemos en interacción.
El trabajo actoral es coral , quizá algo más flojo o comedido en la primera parte supongo para que el público vaya entrando poco a poco en el drama que va a desencadenarse.
Destacando por supuesto el delicado trabajo de Nuria Espert que con sus personajes consigue desencadenar el incendio y a la vez apagarlo , siempre con preciosas palabras que se extienden como cucarachas o mariposas en su boca. Pero si hay algo más importante que las palabras en ésta obra son los silencios. ¿Qué puede hacer que una persona calle durante cinco años?

Me gustaría también destacar el trabajo de Alex García que hasta ahora sólo había podido ver en el cine , y que no decepciona entrando en un lenguaje diferente como es el teatral.
La obra va in crescendo en dramatismo acompañado por la dirección acertada de Mario Gas  que nos lleva a celebrar la lluvia de aplausos , la sala llena de público que  no se plantea si levantarse o no , se levanta en un sobresalto como ocurre cuando el buen teatro te ha removido el alma.
Al salir llueve sobre el público al igual que al final de la obra sobre los actores , llueve para todos.

Por suerte habrá una reposición en La abadía en los próximos meses.  

                                                                                                                                                 EDERRA

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